Hola a todos los que estéis leyendo mi blog.
El plato de hoy esta fuertemente relacionado con mi familia materna y es un homenaje a mi abuela Martha Astwood y a mi madre Joyce Astwood, que en su empeño por que siempre nos alimentáramos bien y no nos aburriéremos de la comida ideaban miles de formas de preparar un plato, y siendo ambas excelentes cocineras es para mi un placer dedicarles este plato a con todo mi cariño.
INGREDIENTES
1/4 de kilo de lentejas.
1 cucharadita pequeñita de comino en polvo (sabores exquisitos).
4-5 dientes de ajo.
Sal y pimienta al gusto.
Aceite de oliva virgen extra (cantidad suficiente para freír)
PREPARACIÓN
La noche anterior a la preparación de este plato dejamos las lentejas en abundante agua para que al día siguiente estén hidratadas.
Pasada unas horas, escurrimos las lentejas y trituramos bien junto con los dientes de ajo y el comino en polvo. Es importante que no queden granos enteros y que la masa sea homogénea.
La textura debe ser como la de un bizcocho, que se note que tiene cuerpo y aire.
Salpimentamos al gusto.
Con la ayuda de 2 cucharas tomamos un poco de la masa de las lentejas y la moldeamos hasta obtener la forma deseada. Seguidamente las vamos colocando cuidadosamente en la sartén freímos (a fuego medio-alto) hasta que se doren por ambos lados.
Para la presentación he utilizado una base de lechuga iceberg bien picada con tomate, cebolla, cilantro, aceite de oliva (que no falte) y un poco de limón para darle un toque de acidez y una pizca de sal.
Les recomiendo que preparen esta receta, ya que además de ser muy nutritiva está riquísima.
¡A disfrutar!
FOTOS: DANIEL ANARTE.
1 comentario:
Carooollll¡¡¡¡¡¡¡me gustaaa todoo,mmmm,tiene todo una pintaa,estado pensando...y porque no me haces una vez a la semana una de tus recetas,jjjjjj
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