domingo, 16 de junio de 2013

CINAMON ROLLS

Hola!!!

Llevo unos días en los que no puedo dejar de pensar en los cinamon rolls, los veo reflejado en las paredes de casa, en la cara de los niños...siiiii- a los pobres peques les veo dibujado en la cara un gran cinamon roll-, en las alcachofas frescas, en los semáforos, en la cara de los policías mientras esperan a pillar a un pobre ciudadano para clavarle una multa, en la cara de las monjas que están en la iglesia cantando los salmos y pasando el cepillo (hasta con su ropa tan especial las veo como unos rollos enormes rellenos de canela. Si...lo sé, estoy de atar). Vamos...hasta en la cara de mi marido veo reflejado esos cinamon, jajajajaja...

¿Será que estoy obsesionada con estos bollitos? Bueno, por si acaso hoy he decidido darme un gusto y satisfacer mi antojo obsesivo, así que después de almorzar y reposar un poco la comida viendo algún vídeo de los hermanos Marx acompañado de una tarrinita de heladito,  me he puesto el delantal y a la cocina me he ido corriendo y sin parpadear.

Los cinamon rolls además de estar buenísimos te dejan la casa oliendo a canela toda la tarde, yo estoy feliz comiendo y oliendo a canela...

Los cinamon rolls o mejor conocidos como rollitos de canela son realmente deliciosos. Están hechos con una masita suave y esponjosa impregnados de canela y azúcar. Yo los he preparado sin azúcar ya que cómo sabéis mi marido es diabético y no creo que llegue a perdonarme nunca si preparo los cinamon rolls con azúcar porque él no podría comerlos.

Así que sin dar más vueltas os dejo con la receta y espero que os guste tanto como a mi.


INGREDIENTES


Para el fermento:
250 ml de agua.
3 cuchadaras colmadas de harina de trigo.
3 cucharadas de fructosa.
50 gramos de levadura en pasta.

Para la masa:
1 kg de harina de trigo.
250 gr de fructosa.
1 cucharada raza de sal.
2 cucharadas de esencia de vainilla.
4 huevos enteros.
200 gr de margarina con sal.

Para el relleno:
Marganina -cantidad suficiente para untar la superficie de la masa.
Fructosa -cantidad suficiente para espolvorear sobre la superficie de la masa.
Canela - cantidad suficiente para espolvorear sobre la masa. ( no es bueno pasarse de canela ya que su sabor es muy intenso. La cantidad a usar es a gusto del consumidor).


PREPARACIÓN


Tibiamos el agua.

En un bowl agregamos el agua tibia y los ingredientes del fermento, mezclamos bien hasta notar que todos los elementos han quedado completamente integrados (esto tomará unos 2-3  minutos aproximadamente). 

Seguidamente colocamos el fermento en un sitio cerrado, sin corrientes de aire (yo lo he dejado dentro del microondas) y dejamos reposar unos 15 minutos.

En un bowl más grande colocamos el kilo de harina de trigo, los 250 gramos de fructosa, la cucharada de sal, las 2 cucharadas de vainilla, los 4 huevos y los 200 gramos de margarina previamente cortados en daditos pequeños. Con la mano vamos amasando hasta notar que la margarina se empieza a integrar con los otros elementos, justo en ese momento le incorporamos el fermento y empezamos a amasar sin cesar...amasar...amasar...amasar...amasar...y amasar. 

El proceso del primer amasado durará unos 15 minutos aproximadamente. Luego del primer amasado dejaremos reposar la masa unos 20 minutos en un sitio sin corriente de aire. Al transcurrir este tiempo sacamos de nuevo la pasta y volvemos a amasar durante unos 10-12 minutos, luego dejamos reposar 20 minutos más. Este proceso se repetirá  3 veces.

Al pasar el tiempo de reposo y amasado, espolvoreamos un poco de harina de trigo sobre una superficie limpia y amplia. Seguidamente, con la ayuda de un rodillo nos disponemos a estirar la masa hasta que tenga cerca de 1 centímetro o quizás un poco menos de grosor.

Cuándo obtengamos el grosor deseado pintamos toda la superficie de la masa con abundante margarina, luego le espolvoreamos la fructosa y sobre ésta la canela.

Luego de culminar el proceso de relleno vamos a enrrollar con mucho cuidado la masa. Vamos apretando ligeramente mientras que la vamos enrrollando. Al culminar el enrrollado la metemos unos 5  minutos en la nevera.

Precalentamos el horno a 180ºC.

Barnizamos con mantequilla el molde a utilizar (yo he utilizado la bandeja del horno que es más grande que cualquier otro molde que tenga en casa).

Sacamos el rollo de canela de la nevera y nos disponemos a cortarlo. Cada rollito deberá ser más o menos de unos 2 centímetros de grosor, no más de eso ya que ellos crecerán el el horno al momento del horneado.

Horneamos a 180ºC durante unos 15-20 minutos.

Al transcurrir este tiempo retiramos la bandeja del horno, desmoldamos y colocamos los cinamon rolls sobre una rejilla y dejamos reposar unos 5 minutos antes de comer.

Esta delicia acompañada de un buen café es un deleite al paladar.


Mi impresión es: Qué os puedo decir...bueno,  si que estaba un poquito obsesionada pero gracias a esta obsesión me he dado un banquete de dioses, ahora de tanto comer ya no puedo ni moverme, pero ha valido la pena. Os invito a que los preparéis, ya sea con azúcar o sin azúcar están muy ricos. La receta es sumamente sencilla sólo hace falta tener algo de tiempo y unos brazos fuertes, jeje.

A Disfrutar!!!!

FOTOS DANIEL ANARTE

domingo, 24 de marzo de 2013

¡LA INCREIBLE HISTORIA DE LAS TORRIJAS!

Hola!!!

Hoy es domingo de Ramos. La primavera está recién entrada, el aire huele a azahar, dentro de poco habrá más horas de luz...y es tiempo de torrijas!
Siempre que hay alguna celebración toca la degustación de un dulce en este pais. Los huesos de santo en Noviembre, tronco de Navidad, roscón de reyes (algunos recordareis la hilarante historia del "pan con nata" que relaté cuando publiqué la receta del roscón de reyes en este blog) etc...

Siempre que se acerca la semana santa, mi esposo empieza a darme la tabarra con el tema de las dichosas torrijas. Como ya incluí en este blog una receta de  "torrijas tradicionales" en Enero de 2011, se me ocurrió que estaría bien publicar una receta diferente de preparar torrijas que aprendí en un curso con Dani García (curiosamente el nombre de mi esposo jeje) en La Moraga. Como mi esposo es diabético he ideado la manera de prepararlo sin azúcar -como siempre que preparo postres-.

Para esta modalidad de torrija es necesario chocolate blanco para fundir. Los problemas comenzaron al no encontrar chocolate blanco sin azúcar por ningún sitio. Fuimos a todos los supermercados, centros comerciales y tiendas especializadas en dietética y nada. Finalmente nos dieron la opción de pedirlo por encargo en una famosa pastelería malagueña. Así que ayer sábado me dispuse a buscar pan especial para torrijas y el par de tabletas de chocolate blanco sin azúcar que reservé. El día comenzó fantástico con una mañana soleada y luminosa que invitaba a pasear en uno de esos pocos días en que te olvidas del despertador y no pones cota a tu sueño (o a tu pereza). Salimos a desayunar a la calle. Había gente por todos sitios. Tardaron en ponernos el café...y más aun en servirnos las tostadas. Cuando estas llegaron, el poco café que quedaba para acompañar estaba frío. Posteriormente al recoger el chocolate resulta que no tenía etiqueta con lo que no sabían el precio que tenían que cobrarnos y nos tuvieron esperando más de media hora en el mostrador mientras la central nos comunicaba el precio del pedido y la gente compraba toneladas de torrijas de miel y azúcar como locos. A todo esto el día se encapotó con unas nubes amenazadoras y se levantó un viento frío bastante desagradable...

Al fin nos cobraron y salimos felices del establecimiento pensando que había pasado lo peor...pero nos equivocamos: cuando fuimos a por el pan especial para torrija nos encontramos que se había agotado. Fuimos a una, dos, tres panaderías donde normalmente venden este producto como si se tratara de una estación de penitencia surrealista, y no había en ningún sitio. Por si fuera poco, empezó a llover con más virulencia a medida que nos desplazabamos de un establecimiento a otro. Cuando llegamos a la cuarta panadería vimos que había una cesta con varias barras de pan. La gente seguía acumulando cantidades ingentes de torrijas y pasteles y había que sacar número para que te atendieran. Cuando quedaban tres números para nuestro turno, un señor pidió 15 barras de pan para torrijas...15 BARRAS!!! Por supuesto desaparecieron los panes que habiamos tenido hasta hace un instante ante nuestras narices en la cesta y otras tantas que tenían en el almacen. Cuando llegó nuestro turno no había más, así que nos apresuramos al último sitio (el quinto) donde sabiamos que vendían este pan, esta vez bajo lo que se había convertido en lluvia torrencial. Cuando llegamos a la quinta panadería cansados, chorreando de agua, resentidos y con los ojos desorbitados por la incredulidad vimos en el mostrador un par de panes. Nos abalanzamos sobre ellos sin esperar ni preguntar para apoderarnos de los panes. Nadie nos recriminó, y aunque pude observar como nos miraron raro supongo que no se atrevieron a decirnos nada ante la evidencia de nuestra desesperación...o nuestro patetismo.

No importó nada de lo ocurrido. Nos fuimos a casa felices y mojados pensando en el momento de disfrute que teniamos por delante. Os recomiendo encarecidamente esta receta y espero que la disfruteis como nosotros. Eso sí; pasando algo menos de trabajo para conseguir los ingredientes!!


INGREDIENTES


Para la maceración de las torrijas:
1 Barra de pan para torrijas.
1 litro de leche.
200 gramos de chocolate sin azúcar.
100 gramos de coco rallado.
1 ramita de vainilla o 3 cucharadas de esencia de vainilla.
Para el jarabe de fructosa:
150 gramos de fructosa.
80 ml de agua.
Para la jalea de fresas:
300 gramos de fresas.
150 ml de agua.
El zumo de medio limón.
edulcorante líquido al gusto.
1 lámina de gelatina sin sabor.
Para decorar:
1 o 2 fresas cortadas en daditos finos.
Opcional: 1 cucharadita de margarina para el momento de la caramelización.


PREPARACIÓN


En una olla agregamos la leche, el chocolate blanco sin azúcar, el coco y la vainilla. Cocemos a fuego muy bajito durante unos 30 minutos y mezclamos de vez en cuando para evitar que se peguen los ingredientes al fondo de la olla.

Cuando notemos que el chocolate ya se ha derretido y que el coco se ve cada vez más hidratado apagamos el fuego y dejamos reposar unos 15 minutos. Reservamos para cubrir el pan.

Cortamos el pan de torrijas del grosor deseado, yo he hecho unos trozos de unos 2 centímetros de grosor.

Seguidamente buscamos un recipiente hermético, colocamos dentro una base de pan y vamos bañando con el líquido reservado. Repetiremos este proceso hasta acabar con el pan. Luego tapamos bien el recipiente, introducimos en la nevera y dejamos reposar unas 24 horas.

Nota: Si os sobra algo de líquido podéis agregarle un poco más al pan si al siguiente día no lo veis lo suficientemente hidratado.

Para prepara el jarabe, colocamos en un cazo la fructosa y el agua. Llevamos a ebullición, dejamos hervir unos minutos, apagamos y reservamos.

Para preparar la jalea: Colocamos las fresas, el agua, el limón y cocemos a fuego bajo hasta notar que las fresas están de un color más pálido, muy blandas y que se ha consumido gran parte del líquido de cocción.

Dejamos reposar un par de horas, luego le agregamos el edulcorante líquido al gusto y la lámina de gelatina sin sabor. Llevamos de nuevo a ebullición y trituramos bien. Reservamos en frío.

En una sartén bien caliente agregamos una nuez de margarina y unas 4 o 5 cucharadas de jarabe de fructosa, justo cuando empiece a burbujear colocamos un par de torrijas y las caramelizamos por ambos lados.

Cuando notemos que están bien doraditas por ambos lados las retiramos de la sartén y las dejamos reposar un par de minutos antes de servir.

Nota: Yo las caramelizo con jarabe de fructosa porque de esta manera evito que se queme el caramelo.

Para emplatar coloco una base de jalea de fresas y sobre ésta coloco la torrija y la decoro con unos trocitos de fresa que tenía previamente picada.


Mi impresión es que QUIERO REPETIR UNA TRAS OTRA!!!!! Esto es una delicia...

A Disfrutar!!!!

FOTOS: Daniel Anarte



martes, 19 de febrero de 2013

LASAÑA CON CARNE DE SOJA

Hola!!!!!

Siento como si fuese la primera vez que escribo en un blog. Ya ha pasado tanto tiempo que parezco nueva en esto, no me acordaba bien de cómo empezar a escribir una nueva entrada, de cómo colgar las fotos...pero estoy encantada de volver a las andadas.

La receta que os presento hoy la he comido desde pequeña. Se trata de una lasaña hecha con carne de soja...Sí, Soja.

Mi madre es vegetariana y mi padre un carnívoro empedernido así que he tenido la suerte de comer esa variedad de alimentos y este es uno de los platos que mi madre preparaba cuando venía la familia un sábado a almorzar a casa.

La carne de soja se está empezando a comercializar en España (una gran alegría para mí) desde hace un tiempo. Recuerdo que hace algunos de años era casi imposible conseguirla y cuando quería comer la carne de soja (también conocida como CARVE -Carne Vegetal) me tocaba pedirla al Reino Unido o Alemania, ahora tengo la suerte que se vende aquí en muchos establecimientos.

La carne de soja cumple la función de ser una excelente proteína vegetal. Se conoce con varios nombres como el que os comenté antes: CARVE, Carne de soja, Soja texturizada, Carne vegetal y algún otro nombre que ahora mismo seguro se me escapa.

Esta carne es rica en proteína, hierro, calcio  zinc y fibra, además su contenido graso en bajísimo. En esta carne también podemos encontrar diversas vitaminas como la A, E, F, B (tiamina, riboflavina, niacina).

Esta proteína vegetal también posee minerales como fósforo, calcio, magnesio, hierro y cobre, siendo ésta rica en lecitina la cual ayuda a la asimilación de las vitaminas...a consumir todos CARVE que es de lo más sano, vamos!

Así que sin más preámbulos vamos a la receta.



INGREDIENTES


150 gr de Carne de soja (la del tamaño más pequeño).
5 Dientes de ajo.
1 Hoja de laurel.
12-15 Alcaparras.
10 Aceitunas rellenas de pimiento.
6 Tomates bien maduros sin piel.
1 Cebolla.
1 Pimiento verde.
1 Pimiento rojo asado.
1 Zanahoria.
400 gr de Tomate frito.
100 ml de agua.
400 gr de Queso rallado (yo he utilizado granna padano, gouda y provolone)
75 ml de Vino tinto.
Láminas de lasaña (cantidad suficiente para elaborar la lasaña dependiendo de las capas que se quieran obtener)
Para la bechamel:
75 gr de Mantequilla.
3 dientes de Ajo bien machadaos.
50 ml de Vino blanco.
Leche (cantidad suficiente para obtener el espesor deseado)
3-4 Cucharadas razas de harina de trigo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal, pimienta y salsa de soja al gusto.


PREPARACION



Cortamos en daditos finos todas las verduritas.

En una cazuela agregamos unas 5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente incorporamos la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo; rehogamos un par de minutos y seguidamente agregamos la carne de soja y la zanahoria.

Dejamos dorar unos minutos y cuando notemos que la carne se empieza a hidratar con el aceite y el líquido de las verduras le agregamos los tomates troceados, el vino, el tomate frito, el laurel, el agua, las alcaparras y las aceitunas.

Salpimentamos al gusto.

Tapamos la cazuela y dejamos cocer unos 25-30 minutos a fuego medio-bajo. De vez en cuando mezclamos un poco el guiso con la ayuda de una cuchara de madera para evitar que se pegue.

Notaremos que está lista la carne cuando al probarla la sintamos blanda.

La salsa debe quedar con la textura de las salsas convencionales para las lasañas, entonces, si notáis que no tiene el espesor deseado le podéis agregar más tomate frito, también os digo que si deseáis agregarle algún otro ingrediente podéis hacerlo. 

Rectificamos sal y pimienta, luego le incorporamos un poco de salsa de soja (unas 2 o 3 cucharadas) que le dará un rico toque.

Si ya está listo el guiso y ha quedado con el gusto deseado, apagamos el fuego y dejamos reposar una media hora.

Mientras tanto,  suelo pasar por agua hirviendo las láminas de la lasaña ( 2 o 3 minutos sumergidas en ebullición) antes de empezar a montarla.

Rallamos el queso y reservamos.

Para elaborar la bechamel especiada colocamos en un cazo (a fuego medio) la mantequilla, cuando esté derretida agregamos los dientes de ajo bien machacados y dejamos que aromatice la mantequilla unos segundos. Seguidamente incorporamos la harina de trigo y mezclamos bien con una varillas hasta que se haga una masa, luego vamos agregando poco a poco la leche y seguimos mezclando hasta obtener la textura deseada.

Cuando obtengamos la textura deseada le incorporamos el vino blanco y salpimentamos al gusto.

Seguidamente nos disponemos a armar la lasaña.

En un molde colocamos una capa de lasaña, luego el guiso con la carne de soja y una capa de queso y bechamel.

Este procedimiento lo repetiremos hasta que se agoten los ingredientes.

Lo ideal es que la última capa lleve guiso de la carne de soja, una buena cantidad de bechamel y queso para que gratine.

Cubrimos el molde con papel de plata.

Introducimos la lasaña al horno previamente precalentado a 200ºC y dejamos hornear unos 20-25 minutos. Al transcurrir este tiempo y notar que la pasta de la lasaña está blandita, le quitamos el papel de plata y la dejamos gratinar unos 10 minutos a unos 250ºC.

Pasado este tiempo, retiramos la lasaña del horno y la dejamos reposar unos 10-15 minutos antes de comerla para que de esta manera haya dado tiempo a que se solidifique y cuaje un poco.


Mi impresión es que esta carne vegetal funciona perfectamente como sustituto a la carne picada animal. También os digo que en cuanto al sabor es completamente diferente a la proteína animal, pero que no está nada mal. Esta carne hecha en lasaña entra con mucha facilidad, es ligera y está a mi parecer deliciosa.

Según el Dr. Carlos Aparicio, la proteína vegetal de la soja además de estar colmada de innumerables vitaminas y minerales tiene entre otras virtudes un alto contenido en fibra que es muy beneficioso sobretodo para aquellas personas que tienen problemas de estreñimiento. Esta carne no produce pesadez de estómago,  reduce el colesterol y mejora la absorción del calcio en los huesos.

A Disfrutar!!!!!!

FOTOS DANIEL ANARTE


martes, 29 de enero de 2013

VUELTA A CASA

¡¡¡Wow!!!! Cuánto tiempo tenía sin plasmar mis pensamientos y recetas en un blog. Para ser exacta, desde el 23 de Junio del 2011- fecha en la que terminé mi reto culinario de preparar un plato diferente durante 365 días-. Después de esto no había  hecho ninguna entrada ni he publicado ninguna receta más...hasta ahora.

Durante este tiempo de estar desconectada he disfrutado de momentos muy lindos a nivel culinario. He podido hacer algunos cursos (con mi admirado Dani García en la I edición de cocina y cata "La Moraga", el "curso de cata y valoración de aceites de oliva virgen" organizado por ASAJA, la junta de Andalucía y el fondo social europeo, y el "curso de catador de vinos" promovido por el consejo regulador de las denominaciones de origen "Málaga", "Sierras de Málaga" y "Pasas de Málaga" en colaboración con el ministerio de trabajo, el fondo social europeo y la junta de Andalucía), he asistido a diversas catas maridadas organizadas por María Elena de Sousa en su fantástico restaurante LA ESTANCIA, y en otros lugares malagueños como "Vino Mío" o "Montana"...y lo mejor es que he conocido a unas cocineras maravillosas que conforman un lindo grupo llamado PIPIRRANA, ¡Sí! Pipirrana, como la deliciosa ensalada malagueña.

No estaba en mis planes seguir con el blog, pero he notado que es una válvula de escape de la rutina, que el cocinar y compartirlo hace que me sienta feliz. Seguramente a vosotros os ocurre lo mismo. En mi caso siento que cuando entro a la cocina es como si entrara en una especie de universo paralelo en el que estoy en un parque de diversiones en el que el principal objetivo es disfrutar, crear, reír y por supuesto comer (sobre todo en momentos de crisis y con más o menos dificultades para la mayoría).

Yo estoy felíz de poder empezar de nuevo a bloggear y os aseguro que mi marido también.


Espero que para la próxima semana pueda hacer mi primera entrada después de tanto tiempo.

Por ahora me despido tal y como lo he hecho siempre en mi blog.

A Disfrutar!!!!