Hola!!!!
Hoy es el día final del blog. Mi meta particular. El día que tenía rotulado en rojo en el calendario desde hace tiempo.
En realidad, escribir y llevar a cabo una receta al día con comentarios, fotos, textos y demás se ha terminado convirtiendo no solo en una obligación autoimpuesta sino en casi una terapia. En cada una de las entradas, además de ofrecer un plato (en muchos casos esa tarea se convertía en algo sumamente difícil. Había días que tenía más ganas y motivaciones que otros, y habían días...pues que simplemente no se me ocurría qué cocinar) he desgranado parte de mis vivencias diarias durante un año. En realidad, aparte de lo meramente culinario, he compartido con todos los que me habeis leido en alguna ocasión mis motivaciones, alegrías, gustos, opiniones etc...durante un año continuo día a día, exceptuando mi periodo vacacional en el extrangero hace ahora casi un año.
Mis recetas no han faltado cuando he estado enferma, cuando he tenido que arreglar papeleos, cuando he tenido ausencias ocasionales personales, o simplemente cuando se ha ido la luz, he tenido problemas con las compañías de internet o se me ha "escacharrado" el ordenador. Siempre he intentado que cuando quisierais acudir a la invitación de mi entrada diaria os encontrarais más que atendidos y que mi empeño personal satisfaciera a todos los que se asoman a este blog. Gracias a todos los que habéis hecho posible este pequeño reto personal. Gracias por haberme motivado viendo como se incrementaban las visitas y los seguidores. Gracias por los comentarios. Gracias a Ángeles (Kesito), Jara, Orquidea y a todos los que habéis dejado algún comentario, siempre positivo y constructivo y me habéis brindado vuestra amistad en algún momento.
Por supuesto gracias a todos mis conocidos, los que me preguntáis normalmente por el blog, los que se que lo visitáis con asiduidad, y a toda mi familia y mi esposo por su apoyo, paciencia, y ayuda, ya que sin él esto no hubiese sido posible.
Ahora el reto es otro: espero poder publicar todas las entradas tal cual aparecen en un libro. Pondré toda mi energía en ello y espero que podáis leer esto mismo en páginas impresas. eso sería una señal fantástica,¿verdad? HASTA SIEMPRE!
Mi última entrada del blog y mi última receta.
Espero que os guste.
6 Dientes de ajo grandes.
2 Cucharadas de perejil fresco.
4 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
100 ml de agua.
175 gr de zanahorias baby.
175 gr de judías verdes redondas.
1 Cucharada de mantequilla.
Sal y pimienta al gusto.
Cortamos finamente el perejil.
En un mortero agregamos los ajos con una cucharadita de sal y machacamos bien hasta obtener una crema de ajos. Seguidamente incorporamos el perejil, unas 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y el agua.
Mezclamos bien, rectificamos sal y le agregamos la pimienta al gusto.
Elegimos el molde a utilizar y colocamos allí nuestra pata de cabrito y la cubrimos con el adobo. Luego, cubrimos con papel film transparente y lo introducimos al refrigerador durante una media hora, de esta manera el adobo penetrará en la carne y la condimentará.
Al transcurrir este tiempo, retiramos la carne del refrigerador y la dejamos reposando a temperatura ambiente durante unos 10 minutos.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Introducimos la pata al horno (en función especial para hacer carne) durante 30 minutos y la vamos bañando de vez en cuando con su líquido de cocción, al transcurrir los 30 minutos volteamos la pata y dejamos cocer unos 30 minutos más.
Al terminar el tiempo de cocción, colocamos el horno en función gratinador y dejamos cocer un par de minutos más o hasta notar que está dorada.
Seguidamente apagamos el horno y dejamos la carne dentro para que siga manteniendo una temperatura caliente.
En un cazo agregamos medio litro de caldo de pollo salado y llevamos al fuego, cuando esté en ebullición incorporamos las zanahorias baby junto con las judías verdes. Cocemos a fuego alto durante unos 5 minutos o hasta notar que están al dente.
Al transcurrir este tiempo, colamos las verduras y les incorporamos una cucharadita de mantequilla y una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien y rectificamos sal y pimienta.
Elegimos el plato a utilizar, colocamos en el centro la pata de cabrito, la bañamos con su salsa de cocción y colocamos alrededor de la pata las zanahorias y las judías.
Mi impresión es que esta comida es excelente como plato único. Es una comida sencilla y sana. Ideal para una cena romántica.
A Disfrutar!!!!!
FOTOS DANIEL ANARTE