Hola!!!!!
Después de una comida tan copiosa como la de ayer, hoy he pensado darle un poco de respiro al cuerpo y preparar una ensaladita liviana.
Se trata de una comida muy suave, ideal para dietas o para cuando tenemos, como es el caso de hoy, el cuerpo saturado.
El ingrediente principal de este plato es la remolacha. Este tubérculo tiene propiedades anticancerígenas, virtud que deriva de su gran riqueza en flavonoides. Es un alimento rico en hierro, tiene propiedades rejuvenecedoras, además aporta ácido fólico. También se sabe que el consumo habitual del zumo de la remolacha, ayuda a evitar la hipertensión arterial.
Este maravilloso alimento, desconocido por muchos es realmente interesante tenerlo en nuestra dieta.
La ensalada de hoy es sumamente sencilla. Se trata de una milhoja de remolacha y canónigos, aderezada con una vinagreta de cebollino y sésamo.
Espero que os guste.
INGREDIENTES
4 Remolachas cocidas.
100 gr de canónigos.
Un puñado de cebollino.
3 Cucharadas de sésamo.
2 Cucharadas de vinagre de frambuesa.
4 Cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta al gusto.
100 gr de canónigos.
Un puñado de cebollino.
3 Cucharadas de sésamo.
2 Cucharadas de vinagre de frambuesa.
4 Cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta al gusto.
PREPARACION
Cortamos las remolachas en lonchas de más o menos medio centímetro.
Colocamos una base de remolacha y otra base de canónigos.
Repetimos este procedimiento hasta obtener unas 5 capas más o menos.
Realizamos la misma operación hasta acabar con la remolacha y los canónigos.
Cortamos finamente el cebollino.
En un bowl agregamos el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de frambuesa, las cucharadas de sésamo, el cebollino picado y salpimentamos al gusto.
Mezclamos bien la vinagreta con la ayuda de unas varillas para que se integren bien todos los ingredientes.
Elegimos el plato a utilizar, colocamos allí la milhoja y rociamos con la vinagreta.
Mi impresión es que el ácido del cebollino en contraste con el dulzor natural de la remolacha y la textura crujiente que aporta el sésamo hacen de esta ensalada un cúmulo de fantásticas sensaciones.
A Disfrutar!!!!!
FOTOS DANIEL ANARTE
Colocamos una base de remolacha y otra base de canónigos.
Repetimos este procedimiento hasta obtener unas 5 capas más o menos.
Realizamos la misma operación hasta acabar con la remolacha y los canónigos.
Cortamos finamente el cebollino.
En un bowl agregamos el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de frambuesa, las cucharadas de sésamo, el cebollino picado y salpimentamos al gusto.
Mezclamos bien la vinagreta con la ayuda de unas varillas para que se integren bien todos los ingredientes.
Elegimos el plato a utilizar, colocamos allí la milhoja y rociamos con la vinagreta.
Mi impresión es que el ácido del cebollino en contraste con el dulzor natural de la remolacha y la textura crujiente que aporta el sésamo hacen de esta ensalada un cúmulo de fantásticas sensaciones.
A Disfrutar!!!!!
FOTOS DANIEL ANARTE
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