Hola!!!!
Hoy, investigando sobre la historia y composición del puerro he descubierto que, además de que se cree que su origen puede ser de la época de los celtas, en las zonas de Mezopotamia, Egipto, Turquía, Israel, etc. unos 3000 a 4000 años a.C. Su nombre se asoció como "ajo de oriente" y era empleado ya para guisos de cocina y para medicina. Sobre la edad media se extendió su cultivo en Europa y de ahí al resto del mundo. En la edad media esta planta tomó interés, ya que se utilizaba para cubrir en medida el hambre de la época y las numerosas pestes y epidemias que se desencadenaron.
El puerro es una verdura que se consume a lo largo de todo el año, pero con más demanda en otoño, invierno y primavera. Tiene un valor nutritivo muy pequeño 52 cal/100 g de producto en fresco. Contiene pequeñas cantidades de grasa, de 2 a 3% de proteínas y 7% de hidratos de carbono. Es una hortaliza que se recomienda por su alto porcentaje en sales minerales como fósforo, calcio y potasio. El consumo del puerro es muy aconsejable para la reuma, anemias y es también un buen depurativo para la sangre.
He preparado para esta entrada unos puerros envueltos en jamón cocido y rebosados, compañados de una salsa verde.
Espero que os guste.
INGREDIENTES
4 Puerros hermosos.
4 Lonchas de jamón cocido o de tocino ahumado.
3 Dientes de ajo.
Harina de trigo.
2 Huevos.
100 de vino blanco.
150 ml de caldo de pollo.
Aceite de oliva virgen extra (cantidad suficiente para freír)
1 Puñado de perejil.
Sal y pimienta.
4 Lonchas de jamón cocido o de tocino ahumado.
3 Dientes de ajo.
Harina de trigo.
2 Huevos.
100 de vino blanco.
150 ml de caldo de pollo.
Aceite de oliva virgen extra (cantidad suficiente para freír)
1 Puñado de perejil.
Sal y pimienta.
PREPARACION
Limpiamos bien los puerros. Retiramos las hojas verdes y las guardamos para preparar otra comida.
Cortamos los puerros en 2 trozos del mismo tamaño.
En una cazuela con abundante agua salada, cocemos los puerros durante unos 15 minutos. Seguidamente los retiramos del agua y dejamos reposar unos minutos hasta que estén templados.
Cortamos las lonchas de jamón por la mitad y envolvemos con ellas cada trozo de puerro.
En un cuenco colocamos los huevos y los batimos ligeramente para que se unan las yemas con las claras.
Pasamos los puerros por harina de trigo y luego por el huevo batido.
En una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, freímos nuestros puerros a temperatura media para que puedan quedar bien tostaditos.
Cuando notemos que los puerros están bien doraditos, retiramos del fuego y colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Pelamos y cortamos finamente los ajos y el perejil.
En una cazuela agregamos unas 3 - 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y vertemos allí los ajos. Rehogamos unos minutos a fuego medio-bajo para evitar que se quemen. Cuando notemos que tienen un ligero color dorado y que el aceite esta aromatizado, agregamos unas 3 cucharadas de harina de trigo. Mezclamos bien con la ayuda de una cuchara de madera.
Seguidamente vertemos el vino blanco y el caldo de pollo. Cocemos a fuego medio-bajo sin dejar de remover hasta que obtengamos la cremosidad deseada.
Cuando la salsa esté a punto, incorporamos el perejil picadito y los puerros rebozados. Dejamos cocer a fuego medio unos 5 minutos.
Nota: Si desean que la salsa esté mas ligera, pueden agregarle un poco más de caldo de pollo hasta que obtengan el espesor deseado.
Para emplatar colocamos de base la salsa verde y sobre esta los puerros.
Mi impresión es que además de ser una comida poco complicada goza de un grandioso sabor. La salsa verde con el toque de vino blanco la convierten en una completa exquisitez y cuando la combinamos con el puerro es una experiencia aromática, deliciosa e irresistible.
A Disfrutar!!!!!
FOTOS DANIEL ANARTE
Cortamos los puerros en 2 trozos del mismo tamaño.
En una cazuela con abundante agua salada, cocemos los puerros durante unos 15 minutos. Seguidamente los retiramos del agua y dejamos reposar unos minutos hasta que estén templados.
Cortamos las lonchas de jamón por la mitad y envolvemos con ellas cada trozo de puerro.
En un cuenco colocamos los huevos y los batimos ligeramente para que se unan las yemas con las claras.
Pasamos los puerros por harina de trigo y luego por el huevo batido.
En una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, freímos nuestros puerros a temperatura media para que puedan quedar bien tostaditos.
Cuando notemos que los puerros están bien doraditos, retiramos del fuego y colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Pelamos y cortamos finamente los ajos y el perejil.
En una cazuela agregamos unas 3 - 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y vertemos allí los ajos. Rehogamos unos minutos a fuego medio-bajo para evitar que se quemen. Cuando notemos que tienen un ligero color dorado y que el aceite esta aromatizado, agregamos unas 3 cucharadas de harina de trigo. Mezclamos bien con la ayuda de una cuchara de madera.
Seguidamente vertemos el vino blanco y el caldo de pollo. Cocemos a fuego medio-bajo sin dejar de remover hasta que obtengamos la cremosidad deseada.
Cuando la salsa esté a punto, incorporamos el perejil picadito y los puerros rebozados. Dejamos cocer a fuego medio unos 5 minutos.
Nota: Si desean que la salsa esté mas ligera, pueden agregarle un poco más de caldo de pollo hasta que obtengan el espesor deseado.
Para emplatar colocamos de base la salsa verde y sobre esta los puerros.
Mi impresión es que además de ser una comida poco complicada goza de un grandioso sabor. La salsa verde con el toque de vino blanco la convierten en una completa exquisitez y cuando la combinamos con el puerro es una experiencia aromática, deliciosa e irresistible.
A Disfrutar!!!!!
FOTOS DANIEL ANARTE
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